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Tuesday
Jun192012

Helado de Ron

 

Hace tiempo que quería hacer una receta de helado o mantecado como decimos en Puerto Rico.  Para mi buena suerte, colocaron en oferta especial una máquina de preparar helados en una de las tiendas que frecuento y no desperdicie la oportunidad de comprarla, no me arrepiento.  Aquí en mi país el verano llega sin remordimiento, la ola de calor parece derretirnos al instante, así que cualquier postre frío es muy bienvenido por todos.


Decidí adaptar esta receta de una que se encuentra en el libro Jeni’s Splendid Ice Creams at Home, es una joya de recetario, explica todo muy claramente y con más de 100 recetas y variaciones.  Nunca terminarás de experimentar con el mismo.  Jeni utiliza varios ingredientes que podrán sonar un poco extraños, como el queso crema y el syrup de maíz.  Sí, ya sé, hay muchos mitos sobre estos ingredientes, pero cada receta sólo lleva una cantidad mínima de ellos, además, creo que un helado se debe disfrutar sin pensarlo mucho, no es como que comas helado todos los días.  Este artículo explica muy bien porque se usan estos ingredientes en algunas recetas de repostería.  En el caso del queso crema, Jeni lo utiliza para darle esa textura un poco más cremosa y satinada a la mezcla, no sabrá a queso, son sólo 3 cucharadas que se diluyen muy bien.

Este helado lleva Ron, ahora, no se van a emborrachar como decimos los puertorriqueños, es como cuando pruebas ponqué de brandy, sabes que tiene un sabor particular, pero no terminas bailando desnuda y sin zapatos al frente de todos, true story.  A mi adaptación añadí avellanas y coco rallado.  El ron simplemente es el toque boricua para la receta.
Helado de ron, adaptado del libro Jeny's Splendid Ice Cream at Home
Rinde aproximadamente un cuartillo
2 tazas de leche
1 cucharada más 1 cucharadita de maicena o fécula de maíz
1 1/2 oz de queso crema (3 cucharadas)
1,4 cucharadita de sal de mar
1 1/4 taza de crema espesa
1/2 taza de azúcar
2 cucharadas de syrup de maíz claro
1/2 taza de ron (puedes disminuir la cantidad, pero no menos de 1/4 de taza)
EXTRAS:
Hielo, y bolsa reusable con sello


Mezcla 2 cucharadas de leche con la maicena en un envase hasta que este bien diluido y sin grumos.  En otro envase, preferiblemente mediano, mezcla el queso crema y la sal hasta estar bien unidos.  En un envase grande, llénalo de hielo y un poco de agua, formarás un baño para colocar la bolsa plástica  con la mezcla del helado.

Cocinar:
Combina la leche, la crema, la azúcar y el syrup de maíz en una olla mediana, déjala hervir y luego deja hirviendo por 4 minutos a fuego mediano.  Remueve del fuego y lentamente añade la mezcla de la maicena, batiendo constantemente.  Vuelve a colocar la olla en temperatura mediana y con una espátula mueve la mezcla hasta que la sientas espesa.  La prueba perfecta es cuando la mezcla se queda un poco pegada a la espátula y no está tan líquida.  En la receta original decía 1 minuto, pero mi mezcla se tardó un poco más en espesar.  Cuando ya esté espesa, retira del fuego.
Enfriar:
Gradualmente vierte la mezcla en el envase dónde tienes el cream cheese y bate hasta estar bien unido.  Añade el ron a la mezcla.
Vierte la mezcla en una bolsa reusable (yo coloqué la misma en la taza grande de medir líquidos, así tenía más estabilidad).  Séllala la bolsa y colócala en el baño con hielo, añadiendo hielo hasta que esta se enfrié.  Yo estaba un poco de prisa y coloque el baño en la nevera.  Aproximadamente en 30 minutos se debe enfriar bien.
Helar:
Vierte la mezcla en tu máquina de hacer helado, siguiendo las instrucciones de la máquina.  Recuerda que cuando la mezcla comience a verse bien espesa y a separarse de los lados, significa que ya está lista.  Vierte el helado en un envase que puedas tapar y colocar en el congelador, pero antes, añade los ingredientes extras que desees y envuélvelos en el mantecado.
Yo añadí 1/2 taza de avellanas tostadas en el horno por 7 minutos y 1/2 taza de coco rallado tostado al horno.  Siempre que se tuesta al horno, es importante que verifiques cada 3 minutos como vá el proceso, hay veces que se pasa el tiempo y se queman un poco como me paso a mi.  Puedes variar los ingredientes extras o simplemente puedes comerlo sencillo.

 

Wednesday
Jun062012

Chinchorro Boricua

 

A diferencia de muchos otros lugares, en Puerto Rico no necesitamos una excusa para formar una fiesta, un party o un ventetú.  Y de existir una excusa, la fiesta la hacemos dónde sea y en cualquier momento, sin mayores consideraciones, ni remordimientos.  Hace unas semanas atrás fue la celebración de cumpleaños de mi esposo y uno de sus amigos, ya que cumplen en días consecutivos, así que decidimos ir a "chinchorrear".  Esta palabra se deriva de " Chinchorro", que es como le llamamos a estos lugares o establecimientos, usualmente pueblerinos, con productos de consumo económicos, frituras y música, ya sea en vivo o con una buena "vellonera".  Un lugar donde puedes pasar horas hablando con amigos o extraños que se convierten amigos.  Donde puedes escuchar la mejor salsa de la Isla (por no decir del mundo), dónde puedes encontrar sabios de pueblo que fácilmente te brindarán una lección de vida en 20 minutos y 2 cervezas.  


El chinchorro es donde vamos cuando tenemos ganas de andar en tenis y cortos, cuando estamos "pelaos" (con poco dinero), cuando queremos jugar un buen billar o una mesa de domino, cuando estamos despechados, cuando todo está cerrado, cuando no quieres andar aparentando...  En fin, el chinchorro es un lugar de pueblo, de gente humilde y alegre, donde siempre la vas a pasar bien, sólo o en compañía.  Aquí les muestro unas fotos que tomé en Felipe en Dorado, por barrio Maguayo, donde de lunes a miércoles te comes los mejores pastelillos de pernil (parecidos a una empanada), fritos al instante.  Nada orgánico, nada libre de colesterol, pero con un sabor inigualable que hace que la moderación y las dietas sean relegadas al olvido.

En uno de estos chinchorros una vez un sabio desconocido dijo:
"La felicidad no existe, sólo los momentos felices"... así que disfruta cada momento de tu vida a plenitud, comparte con amistades o conoce a un extraño y crea memorias y recuerdos que te llenen de felicidad.


Si visitas a Puerto Rico no dejes de ir a un Chinchorro, así conocerás nuestra gente de verdad!!! ¿A ti te gusta "chinchorrear"? ¿Si no eres de Puerto Rico, tienen en tu País un lugar como el "chinchorro"?

Para más información sobre lugares como este, puedes visitar el siguiente enlace, que provee un directorio bastante completo http://www.chinchorrospr.com/

 

Wednesday
May302012

Lauderée New York y sus Macarons

El Macaron Francés, una fina pastelería que nos continúa cautivando cada vez más.  Su origen aun se disputa desde el 1533.  Se dice que en un viaje a Francia, los chefs Italianos de Catherine Medici trajeron los macarons, luego de que esta se casara con Henry II de Francia.  Otros remontan su creación al 1791 en un convento cerca de Convery.  Originalmente, se trataba de unas galletitas hechas con azúcar de confección, polvo de almendra o almendra molida, azúcar refinada y claras de huevo.  Un matrimonio entre un merengue y mazapán, o por lo menos así lo describo yo.  Las galletitas se acompañaban con jalea usualmente.


Lo que conocemos hoy como un Macaron Francés, que son las dos tapitas de galleta con jalea, buttercream o ganache en el centro, fue confeccionado por Pierre Desfontaines, el chef de Ladurée en los años1900. Desde entonces el mundo de la pastelería se ha convertido en un arcoíris de creaciones que retan cualquier paladar.


 Los Macarons Franceses son delicados de textura, con sabores complejos y difíciles de olvidar.  Crear una receta de macaron puede sonar imposible, pero no lo es.  En mi reciente viaje a NY visité la nueva tienda de Ladurée en la Madison Avenue, ¿Me pregunto porque no la habrán puesto en Spanish Harlem? ¿Sera porque cada pieza cuesta casi $3 y con eso un puertorriqueño compra 2 cajas de quesitos?  Cuando visité a París hace unos años atrás, no tenía conocimiento de esta fina pieza de repostería, por lo que optaba por las crepas con Nutella como buena puertorriqueña que soy.


Así que no desaproveché esta oportunidad para por fin visitar la fina repostería, que se le puede llamar boutique.  Su interior esta delicadamente decorado, sus vitrinas son como sacadas de una revista de modas, algo así como Channel cubierta de azúcar rellena de Christian Louboutin.  Procedí a hacer la fila, comencé a ponerme nerviosa, no entendía la mitad de los sabores, no por el idioma, si no por lo complejo de los ingredientes del relleno.  ¿Lo más fácil? un surtido. Al finalizar la selección pedí que terminaran la caja con una cinta de seda, perfecta para este delicioso sueño.

¿Mi veredicto?  Buenos, muy buenos, pero no tanto como esperaba.  Es como ir a Disney World a los 36 años y darte cuenta que al volar en el "ride" de Dumbo, no te elevas mas de 5' pies de altura, pero aun así estas contenta de haberte montando (historia no real). A veces las altas expectativas nos dan un golpe de realidad.  Si estas en NY, y no has visitado Ladurée en Paris, debes entrar aquí y pasar por la experiencia de comerte un Macaroon Francés.  Si ya has ido a Ladurée y estas en NY, te exhorto y recomiendo 100% Macaron Café, que para mi gusto son mejores, sin ofender a Ladurée que tanto crédito merecen.


Personalmente he confeccionado Macarons un par de ocasiones, pero aun logro un resultado 100% satisfactorio.  No sé si es por la humedad de mi isla o por lo nerviosa que me pongo cada vez que los voy a hacer.  Aquí los dejo con unos enlaces muy buenos de recetas y videos para que comiences tu aventura.  ¿Y tú, has probado un Macaroon Francés?
Enlaces:
http://www.cocinandoconmicarmela.com/2012/05/pink-macarons.html (El blog de Luisa es muy bueno, recomiendo que lo lean)
 

 

Saturday
May192012

New York State of Mind…

 

New York, La Gran Manzana, la metrópolis encantada, llena de vida las 24 horas del día.  Hace unas semanas tuve la oportunidad de viajar nuevamente y acompañar a mis padres en una mini aventura por la gran ciudad.  Una vez más compruebo, lo mucho que me encanta esa ciudad, entre lo ecléctico del ambiente, la arquitectura, la comida y los interesantes personajes, los días nunca dan para terminar de verla y conocerla.

  
Esta vez decidí tomar un “Tour” a lo turista tradicional, mayormente porque mi papá estaba cansado de caminar y esta era una buena manera de ver la ciudad sobre ruedas.  Personalmente prefiero conocer un país en el metro o caminando, pero cuando uno anda con sus viejos, hay que facilitar la aventura.  Las guías turísticas me encantaron, una nacida y criada en Brooklyn, nos contó muchos detalles del sector y exhortó a conocerlo y visitarlo con más calma en un próximo viaje.  La otra guía parecía una hippie socialista sacada de una película de Woody Allen.  Nos contó como el Central Park inicialmente se hizo para los ricos, por su localización en Uptown Manhattan, de cómo creía que la estatua de Colón no debería estar en el Colombus Circle, porque él lo que hiso fue matar a los nativos, etc., etc.  


Ambas guías nos dieron detalles que no conocíamos, sobre todo de la arquitectura que es tan variada en la ciudad, dado los períodos que atravesó.  Mi época favorita creo que fue la de los “Cast Iron Buldings” que se realizó durante la Revolución Industrial.  Entre Uptown y el East Harlem vimos sinnúmero de templos, y catedrales típicas de Europa.  Entre ellas se destacaba la River Side Church, comisionada por Rockefeller, una iglesia de estilo Neogótico que hoy en día tiene un rol muy importante en el activismo, tengo que volver para visitarla detenidamente. 

No era la primera vez de mis padres en Nueva York, tenemos raíces en esa ciudad, como muchos otros puertorriqueños.  Por parte de madre, mi bisabuela y sus hijos, menos mi abuela porque se había casado ya, se fueron de PR a buscar mejor suerte a Brooklyn.  Allí aun tenemos a una tía, pero todos hicieron sus vidas en ese lugar.  Mi tío hasta un Deli tenía.  Otra de las tías realizó su vida en Queens, dónde aun tenemos un primo viviendo.  Por parte de padre la familia emigró de Puerto Rico al Bronx.  Fueron muchos los viajes que de pequeña hice allí.  Hoy mis primas ya no viven en el Bronx, se alejaron un poco a Yonkers y los suburbios, pero no dejan de visitar Arthur Avenue para comprar sus bagels.  La única parte de NY en  la que no tengo familiares es en Spanish Harlem (El Barrio) o East Harlem (o por lo menos, que tenga conocimiento), dónde fueron a vivir muchos puertorriqueños luego de La Primera Guerra Mundial, terminando la mayor inmigración luego de la segunda Guerra Mundial.  Esto es un tema muy interesante y pienso volver a NY a conocer más de “El Barrio”, su historia y su gente, puertorriqueños de sangre que a veces llevan más orgullo de su Patria que nosotros mismos que nacimos y vivimos en la Isla.


Ya no aguanto esperar al próximo viaje, dónde dedicaré mi tiempo a perderme en el museo Metropolitano.  ¿Y tú, has visitado a New York? ¿Cual lugar te gusto más?
Gracias por pasar por aquí…